AIQS News 79

8 9 AIQS News 79 AIQS News 79 A fons A fondo In depth Después de un año de intensa dedicación a la investigación, David Hurtado ganó el premio Pare Salvador Gil en la categoría de Química por su proyecto “Tumour- selective dendritic nanoparticles for triple negative breast cancer therapy”, realizado a caballo entre el IQS y el MIT, bajo la custodia de los directores del proyecto, la Dra. Nuria Oliva-Jorge, la Dra. Natalie Artzi y el Dr. Salvador Borrós. DAVID HURTADO NIUBÒ, GANADOR DEL PREMIO PARE SALVADOR GIL EN LA CATEGORÍA DE QUÍMICA ¿Cuál el objetivo del proyecto de investigación? David Hurtado: Mi trabajo de investigación se centró en el tratamiento para el cáncer de mama triple negativo, que, a pesar de no ser uno de los más frecuentes, es de los que tiene peor pronóstico en el ser humano y el que ofrece menor esperanza de vida. Esto se da porque este tipo de cáncer no es receptivo para las terapias endocrinas, que son las clásicas que se utilizan. El objetivo era desarrollar un tratamiento local que ofreciera mejores resultados que los tratamientos sistémicos. Nuria Oliva-Jorge: La ventaja de hacer un tratamiento local y no sistémico—que es el típico en los tratamientos de cáncer— es que no tiene tantos efectos secundarios en los pacientes y permite darles dosis de quimioterapia más altas, puesto que sólo van a la zona afectada. ¿Y en qué consistió tu proyecto de investigación? D.H.: A través de una plataforma de poliamidas — creada previamente en IQS por la Dra. Nuria Oliva- Jorge, cotutora de mi tesis—, desarrollamos unas nanopartículas que se pueden dirigir de forma selectiva a las células de cáncer que sobrepasan un receptor concreto. Trabajamos en diferentes líneas celulares: primero in vitro, para ver si las células cancerígenas recibían el tratamiento y las sanas no, y después analizamos si la quimioterapia tenía el efecto tóxico esperado. Posteriormente lo hicimos in vivo en ratones modificados genéticamente, con un sistema inmune muy débil en el cual hicimos crecer tumores humanos para reproducir la situación real. Con este modelo se continuó estudiando, con varios grupos de control… Hasta que obtuvisteis los resultados. D.H.: Sí, unos resultados buenísimos. Y es que los tumores se redujeron en un 90% de los casos y la esperanza de vida de los ratones pasó de 12 días en los animales que habían recibido tratamientos sistémicos, hasta 62 días en los que habían recibido un tratamiento local. El proyecto también demostró que otra ventaja que ofrece nuestro tratamiento local es que es generalizable. A largo plazo, la idea es crear una plataforma general para tratar cualquier tipo de tumor de forma local. Otra aplicación de esta plataforma sería para casos más avanzados de cáncer, en que hay metástasis que bloquean una arteria principal, cosa que provoca que la calidad de vida del paciente baje muchísimo; en estos casos, se podría usar un método paliativo porque el tumor se redujera. N.O.: Uno de los problemas más grandes que hay cuando se extirpa un tumor es asegurarse que la zona ha quedado limpia. Se suelen hacer márgenes muy grandes, de forma que se eliminan grandes cantidades de tejido sano… En el caso de disponer de una plataforma de polímeros como la nuestra, se podría inyectar polímero de bloqueo en la zona, y asegurarla sin tener que extirpar tejido sano. Son posibles aplicaciones que podría tener la plataforma. Suena muy ambicioso. ¿Cuánto de tiempo ha durado el proyecto? D.H.: Estuve trabajando un año, pero todo este trabajo no habría sido posible sin la plataforma en la cual trabajó previamente la Dra. Oliva, en el marco de su tesis en el MIT, y que se traduce en un trabajo de muchísimos años. ¿Con que te quedas, de este año? D.H.: Además de los resultados científicos, me llevo todo un gran aprendizaje en células de laboratorio e in vivo, y en todos los aparatos que hemos usado tanto aquí, en IQS, como en el MIT. La experiencia ha sido realmente espectacular. Como profesores, ¿qué es el que más valoráis del trabajo de David? Salvador Borrós: Yo diría dos cosas. La primera, que demuestra que desde IQS se puede colaborar con cualquier institución, siempre que tengas alumnos muy formados como los que tenemos y que podamos enseñarlos cosas para aplicar a este nivel. Y, la segunda, que si bien es cierto que en este proyecto ya había mucho trabajo realizado previamente, la cantidad de datos extraídos después de un año ha sido formidable. No sólo es mérito de la plataforma, hemos subido a los hombros de un gigante, como decía Newton. N.O.: Con este proyecto se pulsaba, en cierto modo, el trabajo hecho por David. Es un premio al trabajo constante, incluso por las noches o los fines de semana. Antes del proyecto teníamos un 10% de un paper, y ahora tenemos el 100% del paper, y yo sola no lo habría podido hacer. David es un estudiante modelo, y ha aprendido muy rápido, en pocas semanas estaba trabajando con mucha motivación. Es el primer estudiante a quien codirijo en una tesis y espero que todos sean, como mínimo, iguales. ¿Qué supone para ti haber recibido este premio, David? D.H.: Es la culminación del trabajo bien hecho. Ha sido un año, como dicen los anglosajones, around the clock, muy exigente. Una vez tienes células y animales, si los experimentos están programados, los días festivos no existen. Es una recompensa muy satisfactoria para todos los participantes en este trabajo. Otra grande recompensa es, sin duda, el futuro que tiene la plataforma. Cuanto más se divulgue la ciencia, más lejos y a más gente llegará, y será más factible que se haga realidad. ¿Te gustaría continuar dedicándote a la investigación? D.H.: He tenido un gran dilema, pero finalmente he decidido por dar el salto al mundo de la industria. Sobre todo por motivos personales y porque en el mundo de la consultoría científica he encontrado un vacío de conocimientos que me gustaría llenar. Tampoco es una decisión en firme y por siempre jamás, pero por ahora es hacia donde quiero ir. S.B.: Es una pérdida que tendrá, no la ciencia como concepto sagrado, sino la investigación a corto plazo en este país. (Ríe.) Pero las decisiones son personales… De izquierda a derecha: Dr. Salvador Borrós, Dra. Nuria Oliva-Jorge y David Hurtado

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