AIQS NEWS 82 (CAST)

31 AIQS News 82 Notes d’història Notas de distoria Historical notes que se deposita. La caída de 210Pb hace que haya un máximo de este isótopo en las capas superiores de los sedimentos de los lagos y del mar. El isótopo va decayendo en profundidad y se encuentra una disminución exponencial de concentración que se puede correlacionar con el tiempo de semidescomposició de 210Pb. En lamisma línea, otro elemento que ayuda a afinar la medida es 137Cs, que se originó por las emisiones de las bombas atómicas y las centrales nucleares. A raíz de las explosiones nucleares en la atmósfera que hubo desde el 1945 hasta el 1980, se ha generado un registro que define el pico del 1963 como el de máxima deposición por las bombas y el del 1986 como la señal de la explosión de Chernóbil. ¿Cómo se pueden calcular los últimos 50.000 años? Gran parte de la explicación de Grimalt fue en el entorno de las calidades y usos de 14C. “Tiene la ventaja que es en toda la biosfera”, porque está en forma de CO2, que absorben las plantas cuando hacen la fotosíntesis. Según la concentración del elemento, se puede identificar una fecha: “Cuanto más antiguo, menos 14C hay.” El único inconveniente es que se forma por la acción de los rayos cósmicos que irradian con neutrones el nitrógeno del aire. Para tener medidas uniformes en el tiempo, se necesitaría que el input de rayos cósmicos fuera constando, cosa que no es así. A esto, se añade que las bombas atómicas duplicaron la cantidad de 14C a la biosfera, y “han estropeado el reloj del elemento en los últimos tiempos”. Quién trabaja con 14C tiene que recalibrar las edades del elemento con otros métodos posibles para ajustarlo a la edad de calendario. Sedimentos marinos de hasta 5.000 millones de años Las aguas subterráneas más antiguas se encuentran en África, Asia y América del Sur, algunas de las cuales tienen un millón de años de antigüedad. Cómo se puede calcular la edad fue uno de los temas que presentó Grimalt. Apuntaba que utilizando 4He, 36Cl y 81Kr era posible determinarla. Estos isótopos “se introducen en las aguas subterráneas por equilibrio con la atmósfera y, cuando quedan aisladas del exterior, la caída del elemento es un marcador de la edad”. Ahora bien, mencionaba que también hay que medir la intervención de otros gases nobles y la geología del terreno para hacer una evaluación cuidadosa. Por otro lado, Grimalt señaló que se puede establecer la edad de sedimentos marinos midiendo la composición isotópica de los esqueletos de los foraminíferos. En estos organismos, que segregan un caparazón de carbonato de calcio en que intervienen dos átomos de oxígeno de CO2 y uno de H2O, el último “nos informa de si el sedimento que hemos cogido corresponde a una época glaciar o interglacial”. Este cambio se debe a que en una época glaciar hay más 18O al agua y, en una de interglacial, como el actual, hay menos. Después estos cambios se correlacionan con las variaciones orbitales de la Tierra. También habló de los sistemas de datación que se denominan absolutos porque solo dependen de caídas de concentraciones de isótopos radiactivos dentro de una muestra específica. Estos sistemas se basan en el periodo de semidescomposición de los elementos y permiten eliminar incertidumbres por la situación química de los átomos, pero, nuevamente, no proporcionan por ellos mismos una escala absoluta de tiempo. La jornada acabó con un turno de preguntas que retornó al inicio de conferencia: el énfasis en el hecho que “no podemos medir el tiempo absoluto”. Resulta irónico, después de la explicación de Joan Grimalt, que intentemos poner fechas donde no hay; lo que hacemos es medir movimientos relacionados los unos con los otros, que van del tic al tac.

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