AIQS NEWS 84 (CAST)

17 AIQS News 84 Grups professionals Grupos profesionales Professional groups cual Amadeus Mozart (1756-1791) es el gran exponente. Mozart estudió la obra de Bach y de Haydn. Volvemos a la austeridad en las formas pero las temáticas empiezan a variar. Por ejemplo, Mozart hace una ópera, La bodas de Fígaro, que es una crítica contra los privilegios de los nobles. Las notas son limpias, la musica más austera, más perfecta. De hecho, la gente que toca el piano dice que la música de Mozart es tan sencilla que es la más difícil de tocar. La considerada época del romanticis- mo en la música clásica llega con Beethoven. “Es la época de Napoleón. Él creó la Tercera sinfonía, conocida como Heroica, una obra que muchos consideran el inicio del romanticismo musical, puesto que rompe varios esquemas de la sinfonía clásica tradicional. Con esta sinfonía se busca por primera vez un efecto en la música, una reacción de los oyentes. En un principio, la dedicatoria tenía que incluir la palabra Bonaparte, puesto que Beethoven admiraba los ideales de la Revolución Francesa encarnados en la figura de Napoleón Bonaparte. Ahora bien, cuando éste se autocoronó emperador en mayo del 1804, supuestamente Beethoven se disgustó tanto que borró el nombre”, explicó Galceran ante un auditorio muy interesado. Impresionismo y minimalismo Galceran prosiguió: “Posteriormente, aparece Claude Debussy (1862-1918), considerado uno de los máximos exponentes del impresionismo en la música clásica. Se empezó a interesar por el mundo oriental, donde descubrió una escala musical nueva, y empezó a hacer musica poco previsible. Él consideró obsoleta la sinfonía clásica y buscó una alternativa. A partir de las influencias de sus primeros años, como la música rusa y la del Oriente Lejano, desarrolló su propio estilo de armonía y colorido orquestal, por los cuales fue cuestionado por el conservatorio. Aun así, Debussy tuvo mucho de éxito y prestigio en su época.” Según Galceran, la historia de la música clásica tampoco se podría entender sin la figura de Arnold Schönberg, un judío nacido en Austria que tuvo que marchar a París con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, y posteriormente en los Estados Unidos. En este contexto no pudo hacer música bonita, puesto que con sus composiciones quería expresar el horror de la guerra. Finalmente, el conferenciante habló de Arvo Pärt, nacido en Estonia el 1935 y que todavía vive. Se le identifica como el precursor de la música minimalista, y más específicamente del “minimalismo sacro”. Él es quien construye melodías claras y repetitivas. Después del interesante repaso por la historia, el periodista cultural cerró la ponencia con una reflexión interesante: “En la música, como en tantos otros ámbitos, lo más importante es tener curiosidad, salir de la zona de confort.”

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