AIQS NEWS 86 (CAST)

19 AIQS News 86 En profunditat En profundidad In depth pandemia, por los requerimientos exigidos para su control, afectan más a aquellos subsectores en los que la proximidad entre humanos forma parte intrínseca de ellos: turismo, hostelería, restauración, ocio participativo, viajes, comercio… Y aquí España pincha porque el turismo genera el 13% del PIB; el comercio, el 13%; la restauración y el ocio, el 10%. Es importante resaltar dos aspectos adicionales: por un lado, el consumo de las ofertas de estos sectores no es la de bienes esenciales, por lo que la evolución de la renta de las ciudadanías va a ser esencial en su consumo en turismo y en ocio; por otro, la confianza de los consumidores es básica: de nada sirve que un político diga que tal país o tales zonas son sanitariamente seguras o tal medio de transporte lo es; el usuario ha de tener confianza en que lo sean, y la confianza es complicado recuperarla. Al otro lado, ¿qué sectores saldrán reforzados de esta crisis? Todos aquellos que no precisen de proximidad humana, es decir, todos aquellos que puedan desempeñar gran parte de su actividad, o la totalidad, por internet: desde plataformas de comercio y ocio, a aplicaciones que permitan la comunicación, pasando por sitios de enseñanza, entrenamiento, consultas… en línea. De hecho, como decía antes, a todo esto se hubiese llegado igual, pero el virus, al forzar el distanciamiento, ha acelerado su llegada. ¿Qué deberes le pondría al Gobierno para intentar fortalecer la economía a medio/largo plazo? Pienso que la época de los gobiernos ya ha pasado. Hoy el poder decisorio lo tienen las corporaciones (la suma de la facturación de las diez principales compañías del planeta en 2019 fue superior al PIB del Reino Unido) y las instituciones: va a ser la Comisión Europea quien ponga en marcha un fondo billonario para intentar ¿reactivar?, ¿reconstruir? la economía europea. Lo que sucede es que hay gobiernos que no pueden hacer más que lo que les indiquen, y tal es el caso de España, pues cuando el virus llegó su situación económica ya era muy negativa: deuda, déficit, Seguridad Social, desempleo… La debilidad económica de España ya era máxima y el virus la ha agravado; pero, además, el hecho de que haya regiones en España que se vean obligadas a soportar un crónico déficit fiscal interregional supone una debilidad añadida. ¿Cree que los ciudadanos aprende- remos algo de esta crisis? Sí. De entrada que es necesario contar con una reserva para imprevistos; luego, que es necesario pensar dos veces las cosas antes de hacerlas; por último, que contar con una vivienda en la que nos sintamos cómodos — para hacer lo que sea— es esencial. ¿Y las empresas? ¿Cree que, como se dice, muchas de ellas integrarán el teletrabajo como fórmula? El trabajo a distancia se inventó a principios de los 90; lo que sucedía entonces es que las TIC se encontraban en pañales, lo que dificultaba enormemente trabajar a distancia. Hoy han avanzado hasta un nivel que permiten hacer prácticamente todo desde casi cualquier lugar. Hace años, una consultora británica estimó que, haciéndolo todo de forma legal, el ahorro medio para el puesto de trabajo medio en la empresa media alcanzaba el 67% de los costes de un puesto de trabajo presencial. O sea que sí: ya estaba y ya no se irá. Finalmente, ¿cómo ha vivido el confinamiento? ¿Ha podido seguir con el curso académico? ¿Saca algo positivo de esta experiencia? Pues trabajando más que nunca. Las clases bien, lo que no sé es qué hubiese sucedido si el virus en vez de llegar en marzo hubiese llegado en octubre con el curso justo empezado. Muchas entrevistas en medios he podido realizarlas en línea sin ningún problema. Ahora bien, saco una moraleja: en mi opinión nos hemos dedicado a “traducir” a virtual lo que era presencial, y eso no es correcto por metodología, por entorno de trabajo y por circunstancias personales. Yo no tenía niños pequeños dando vueltas por la habitación donde trabajaba, y disponía de silencio; pero, cuando estás en casa, no eres totalmente consciente del tiempo y ocurre lo que un estudio ha puesto de manifiesto: la persona media que ha trabajado a distancia lo ha hecho durante dos horas diarias más de promedio.

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