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Notes d’història
Notas de distoria
Historical notes
“El camino Ignaciano detrás
las huellas de san Ignacio,
es la nueva propuesta de
peregrinaje del siglo XXI”
ENTREVISTA CON JOSEP LLUÍS IRIBERRI,
SJ, DIRECTOR DE LA OFICINA DEL
PEREGRINO DEL CAMINO IGNACIANO
“Si el camino de Ignacio cambió la vida de san
Ignacio de Loyola y su mundo, también podría
ocurrir con la vida de los hombres y las mujeres
del siglo XXI”. Bajo esta premisa, hace tres años,
la Compañía de Jesús inauguró de manera oficial
el camino Ignaciano, una ruta que, en un total de
27 etapas, recorre los más de 650 kilómetros entre
Azpeitia (Guipúzcoa) y Manresa que san Ignacio
de Loyola anduvo en 1522. Una travesía natural y
espiritual que, según la Compañía de Jesús, “ayuda
a plantearse una nueva vida a quien la recorre”. Nos
da más detalles el P. Josep Lluís Iriberri, SJ, uno de
los impulsores del camino de San Ignacio y director
de la Oficina del Peregrino del Camino Ignaciano.
¿Cómo definiría el camino de san
Ignacio?
El camino Ignaciano es una nueva
propuesta de peregrinaje del siglo
XXI y el redescubrimiento de la
figura de san Ignacio, el fundador de
los jesuitas, que, desde los primeros
días, se vio a si mismo como un
peregrino. La conversión de san
Ignacio se inició en Loyola, después
de que lo hirieran en Pamplona,
y para él representó descubrir
la propia vida como un andar,
siguiendo a Cristo. Ignacio decidió
ir a contracorriente y emprendió el
camino hacia Jerusalén, siguiendo
el camino real, que lo traería a
Barcelona. Un peregrinaje que
creemos que puede dar tiempo y
espacio a los hombres y las mujeres
del siglo XXI para reflexionar,
reorientar y recolocar su vida en
unos momentos tan complicados
como los actuales.
¿A quién se dirige el camino?
A todas las personas con ganas
de vivir de cerca la naturaleza,
reorientar su vida y descubrir una
parte interesante de la historia, así
como unos parajes impresionantes.
El itinerario sale de Loiola y llega
al santuario de Manresa. El camino
se puede hacer a pie, en bicicleta
o incluso en moto... Pero lo
importante es que no se pierda el
fondo espiritual, que la gente viva
una transformación, una orientación
personal.
¿Qué encontrarán las personas
que hagan el peregrinaje de san
Ignacio?
Un camino inolvidable, repleto
de hitos para lograr. El camino
Ignaciano es el camino del Sol,
porque venimos del noroeste y
andamos hacia el sudeste. Cada
día vemos el sol naciente, que
para el cristianismo es la imagen
de la resurrección. Andamos en
dirección a la nueva vida que nace
cada día con nosotros, un camino
de reorientación, de recomenzar,
de renacer... También es el camino
de los seis santuarios, puesto que
tiene tres santuarios marianos (el
de la Virgen María de Aránzazu, el
de Pilar y el de Montserrat) y tres
de jesuíticos (el de Loyola, el de San
Pedro Claver, en Verdú, y el de la
Cueva de Manresa).
Se cumplen apenas tres años de
la inauguración del camino. ¿Qué
balance hacen?
El camino se inauguró en Marzo del
2012, a pesar de que antes había
peregrinos que ya lo habían hecho
por su cuenta, usando mapas de
carretera, así como muchos novicios
jesuitas británicos y alemanes...