Table of Contents Table of Contents
Previous Page  22 / 44 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 22 / 44 Next Page
Page Background

22

AIQS

News

70

Supongo que en esa época, a

diferencia de lo que ocurre hoy

en día, usted era uno de los pocos

alumnos extranjeros en la ciudad

de Barcelona.

Sí, de hecho, un compañero

ecuatoriano, llamado Rafael Gay, y

yo éramos los únicos estudiantes

extranjeros de mi curso del IQS,

aunque en otros cursos anteriores

y posteriores al nuestro ya habían

otros tres alumnos extranjeros,

de la India, Bolivia y la República

Dominicana.

¿Qué recuerdos tiene de su época

de estudiante en el IQS?

Mis recuerdos son innumerables

e imborrables, pues mis peores

pilatunas de estudiante las compartí

felizmente con mis compinches de

clase, época maravillosa que aún

atesoro en mi sentimiento.

¿Alguna anécdota que recuerde en

especial?

Jocosamente me recordó mi

compañero Izcué esta anécdota

que había olvidado. En práctica de

laboratorio de química analítica,

el padre Montagut mostraba los

diversos colores de alambre de

platino expuesto a la llama. Y su

pregunta a quienes estaban cerca

fue: ¿Qué catión ven? Yo, que no

estaba en el grupo, contesté a sus

espaldas, “varios”, respuesta que

no fue de su agrado y a la cual aludió

no muy a gusto... ¡Vaya, con este

Molina!

Después de terminar sus estudios

regresó de vuelta a Colombia.

¿Cuáles fueron sus primeros pasos

en el ámbito laboral?

Llegué a Colombia a trabajar en la

empresa de mi padre, fábrica de

grasas y aceites, laboré allí durante

diez años y luego empecé a formar

mi propia compañía, la primera,

enfocada también hacia los aceites,

y la segunda, que actualmente

presido, proyectada a la producción

de microelementos para la

agroindustria.

El presidente de la AIQS, Jaume Árboles coloca la insignia de oro a Eduardo Molina