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Seminario sobre gestión coordinada de crisis
alimentarias
El pasado 12 de mayo, la sala Blava del IQS acogió el seminario dedicado a la gestión coordinada
de crisis alimentarias, organizado por el Grupo Profesional Alimentario de la AIQS, durante el
cual reconocidos expertos en la temática desgranaron las principales metodologías que hay que
implementar para gestionar una crisis alimentaria con éxito.
Los medios de comunicación y,
concretamente, la explosión de las
redes sociales, en los últimos años,
han propiciado que la información
circule, más que nunca, a toda
velocidad por la red, generando un
impacto inmediato en la sociedad.
Un hecho que ha complicado
sobremanera la gestión de las
crisis alimentarias por parte de
las empresas de toda la cadena
alimentaria. Frente a este complejo
panorama, el Grupo Profesional
Alimentario invitó a tres expertos
a debatir sobre el tema desde tres
puntos de vista bien diferenciados:
el de la Asociación de Fabricantes y
Distribuidores (AECOC), de la mano
de Xavier Pera, responsable de
Seguridad Alimentaria de AECOC;
el de la empresa de alimentación,
con Rafael Miracle, responsable de
Calidad de Nestlé España y Portugal,
y, finalmente, desde la visión de
los medios de comunicación, con
Adelina Castillejo, periodista y
defensora de la Audiencia de la
Corporació Catalana de Mitjans
Audiovisuals.
Información
vs.
falta
de
conocimiento
Tras la presentación del seminario, a
cargo de Maria Josep Rosselló, Xavier
Pera inauguró la sesión explicando
que, a pesar de que en las últimas
dos décadas la información sobre
alimentación se ha multiplicado
exponencialmente, en los medios
de comunicación, el consumidor
sigue enfrentándose a una falta
de conocimiento total en cuanto a
cuestiones de seguridad alimentaria.
“Lo cierto es que, a pesar de que hay
más información que nunca, en las
redes y los medios de comunicación,
el consumidor se siente solo en la
lucha por su seguridad alimentaria
y desconfía de las empresas
alimentarias. Algo en lo que se
tendría que trabajar desde todos
los niveles: desde toda la cadena
del sector alimentario hasta la
Administración pública”, sentenció.
Asimismo, tras repasar algunas de
las crisis alimentarias de mayor
impacto en el mundo –como la
crisis de las vacas locas vivida en
Europa en el año 1995, o la de leche
infantil contaminada en China
propiciada durante el año 2008,
entre otras–, el experto explicó
la función de la red europea de
notificaciones y alertas alimentarias
RASFF. Posteriormente, Pera citó
los requisitos que toda empresa o
institución debería cumplir para
gestionar, de la mejor forma posible,
una crisis alimentaria. “Es de vital
importancia tener un sistema de
trazabilidad eficaz y eficiente,
un manual de procedimiento, así
como un comité de gestión de
crisis coordinado. Además, en una
crisis alimentaria en la que estén
implicadas más de dos empresas,
todas ellas deberán aportar recursos
a dicha causa y designar un portavoz
universal que hable por todos, en
una única dirección”, sentenció
Pera, que, por otro lado, aplaudió
la correcta gestión que hicieron las
empresas productoras de pepinos
de Almería que se vieron envueltas
en la acusación del brote de E. coli
durante el verano de 2012. “En aquel
momento fallaron las autoridades
alemanas, que en seguida lanzaron
una alerta sobre los pepinos
procedentes de Almería sin tener
pruebas fehacientes de ello, y hubo
mala fe en la actuación de algunas
empresas francesas, que quisieron
aprovechar la crisis de imagen que
tenían los productos hortofrutícolas
españoles para vender más. Todo
ello comportó cuantiosas pérdidas
económicas millonarias para el
sector hortofrutícola español; por
culpa de la mala gestión que hizo un
tercero”, replicó Pera.
Poner la seguridad del consumidor
en el centro
Posteriormente, Rafael Miracle,
responsable de Calidad de Nestlé,
inició su ponencia recalcando
la necesidad de las empresas
de Medio Ambiente (ISO14001) y
de Seguridad Alimentaria. En este
último apartado, citó las normativas:
IFS (norma consensuada entre
los retailers centroeuropeos y los
fabricantes de alimentos), BRC
(norma consensuada entre los
retailers del Reino Unido y los
fabricantes de alimentos), ISO22000
(norma creada por el mismo comité
técnico que ISO9001) y FSSC22000.
Centrado en la GFSI, De Pablos
explicó que “está integrada por
las principales cadenas minoristas
y
fabricantes
de
alimentos
del mundo con la finalidad de
aumentar la confianza de los
consumidores haciendo la cadena de
suministros más segura mediante la
armonización de las normas sobre
seguridad alimentaria”.
Otrode los aspectosquequisoaportar
a la jornada fueron los pasos para
la implantación de una norma de
seguridad alimentaria, en concreto:
diagnosis inicial, planificación de
la implantación, concienciación
del personal, implantación y,
finalmente, una fase de revisión,
con una auditoría interna realizada
por
personas
competentes
e
independientes y la necesidad de
planificar la auditoría interna con
suficiente antelación para poder
implantar las acciones correctivas y
valorar la eficacia de las mismas. Al
respecto, destacó especialmente que
“la implantación de la norma no es
trabajo de una única persona”.
La implantación de la IFS, paso a
paso
Por su parte, Mireia Navas, QA
Manager en Aryzta Bakeries Iberia,
explicó las etapas del proyecto de
implantación de la norma IFS en la
industria alimentaria: conocimiento
de norma, implantación por áreas,
check point
, redefinición de
timings
,
auditoría, y también se refirió a las
nuevas dinámicas.
En cuanto a la primera fase,
subrayó que “el objetivo pasa
por el conocimiento de la norma,
definir el estado inicial del sistema
de gestión de la calidad”. Tras dar
a conocer algunos ejemplos de
acciones de implantación, destacó
asimismo la importancia de “definir
reuniones periódicas para revisar
el listado de ítems a implementar,
fijando una fecha de
check point
de
auditoría del sistema para detectar,
por ejemplo, desviaciones, la falta
de comprensión de la norma en
cuestión y de una incidencia mayor”.
Y es que, en sus palabras, “no está
implantado un punto si no se puede
demostrar, los registros deben estar
implantados tres meses antes de
auditoría y valorar la ayuda externa
en auditoría”.
Por su parte, el día de la auditoría
debe iniciarse con una reunión de
apertura, fijar los correspondientes
horarios y, finalmente, llevar a cabo
una reunión de cierre.
El seminario finalizó con el
correspondiente coloquio entre los
asistentes y la clausura.
Mireia Navas, QA Manager en Aryzta Bakeries Iberia
Carlos de Pablos, responsable del Departamento de Gestión de
Calidad y Seguridad Alimentaria de Silliker Iberica