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AIQS

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Certificación halal y certificación kosher, ¿aliados para la

industria alimentaria?

El pasado 27 de octubre, el Grupo Profesional Alimentario de la AIQS organizó el seminario

‘Certificaciones halal y kosher en la industria alimentaria’, en el que representantes de ambas

certificaciones definieron sus características, su incidencia en el mercado, así como los requisitos

que las empresas alimentarias deben cumplir para poder obtenerlas.

En un mundo globalizado, generar

relaciones comerciales con otros

países es una necesidad de primer

orden para las empresas, que

requiere saber adaptarse a las

demandas y las exigencias de sus

consumidores. En esta línea, el

auge del comercio de productos y

servicios con certificación halal y

kosher en todo el mundo ha puesto

dichos sellos en el punto de mira

de las empresas agroalimentarias

españolas con intención de exportar

sus productos a nuevos mercados.

Y es que, tal como explicó Francesc

Malgosa,

miembro

del

Grupo

Profesional

Alimentario

de

la

AIQS, durante la presentación del

seminario, “en la actualidad el

27% de la población mundial es

musulmana, una cifra astronómica

que las empresas alimentarias están

empezando a tener muy en cuenta y

que ha convertido a la certificación

halal en una herramienta muy

importante de exportación a aquellos

mercados con un gran número de

consumidores musulmanes”.

Certificación halal

Muhammad Escudero, representante

del Instituto Halal, inició su

ponencia definiendo el concepto

halal

a la audiencia. “Significa lo

permitido, autorizado, lícito. Y, en

concreto, la certificación halal es

la que certifica que el producto no

contiene ingredientes no permitidos

y que está elaborado con utensilios

estipulados por las normas islámicas

sanitarias”,

explicó.

Asimismo,

Escudero afirmó que la certificación

halal se aplica en todos los sectores

industriales de la alimentación y

en toda la cadena de valor: desde

los mataderos donde se sacrifican

los animales, hasta la planta de

producción y la cadena logística. “A

pesar de que hasta hace unos años

la certificación halal se aplicaba casi

en exclusiva a la industria cárnica,

actualmente también es de interés

para la industria de aditivos, la de

las fragancias, la de complementos

vitamínicos,

bollería,

industria

láctea e, incluso, la de los zumos.

Pues, al fin y al cabo, los musulmanes

quieren que todo lo que consumen

sea ético”, admitió Escudero.

Posteriormente, el experto habló

del proceso de certificación por el

que tienen que pasar las empresas

para obtener el certificado halal y

que, a grandes rasgos, consta de

dos partes fundamentales: una

documental y una técnica. “Las

empresas que quieran recibir la

certificación deben documentarse

bien de toda la normativa halal

e implementarla en su línea de

producción, incorporando a personal

cualificado.

Posteriormente,

el

equipo de auditores del Instituto

Halal evalúa todo el proceso: desde

la recepción de la materia primera

hasta el procesado final”, sentenció

Escudero.

Un

mercado

en

continuo

crecimiento

Tomas Guerrero, director de la

oficina de Madrid del Instituto Halal,

destacó la importancia del mercado

de productos halal en el mundo

De izquierda a derecha: Francesc Malgosa, Carme Majó, David Libershon, Tomás Guerrero y Muhammad Escudero.