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¿Qué lo llevó a marcharse a Turquía a
trabajar?
En primer lugar, la posición que me ofrecía
la empresa, como director general de una
filial de BASF en Turquía. Estaba haciendo
de director comercial y la idea de llevar
toda una empresa, aunque fuera pequeña,
en un entorno diferente, eramuy atractiva.
Además, a mi mujer enseguida le pareció
una experiencia muy alentadora para toda
la familia.
¿Cómo se adaptó al país?
A pesar de que BASF ofrece mucho apoyo
a sus expatriados, los primeros meses son
siempre complicados. El choque cultural
es enorme. Llegas sin saber mucha cosa
del país, de la cultura y de la manera de
hacer negocios, y todo el mundo espera
que pasadas unas semanas empieces a
dirigir, a indicar la ruta que hay que seguir.
Hay bastante estrés, al principio. Creo que
el secreto es tener la mente muy abierta,
ganas de aprender, respetar la cultura y
las costumbres locales y darse tiempo para
digerir y desarrollar la confianza en un
mismo.
Y después, vuelve a Cataluña. ¿Cómo fue
volverse a adaptar a trabajar aquí?
Estuvimos casi cinco años en Turquía, y
en este tiempo las cosas habían cambiado
mucho, aquí, en nuestra casa. Volví a
Barcelona enmayo de 2009, enplena crisis,
como director comercial para España y
Portugal. El entorno era familiar, pero el
contexto era bastante diferente, mucho
más complejo. Volver a casa siempre es
motivo de alegría, pero al mismo tiempo
supone volver a enfrentarse con aquellos
problemas cotidianos que no tienes
cuando haces vida de expatriado en un país
extranjero.
¿Cuándo decide volverse a marchar?
BASF tiene la política de mover sus
ejecutivos cada tres o cuatro años. Por lo
tanto, cuando volví a Barcelona ya sabía
que no me estaría aquí por siempre jamás.
Pasados tres años, me propusieron irme
Carles Navarro tiene una larga experiencia como expatriado. Ha pasado por Turquía y ahora vive en
el Canadá, trabajando por la empresa BASF. Una experiencia viviendo en el extranjero con algunas
dificultades, pero muy enriquecedora, que de momento se acabará en enero, cuando volverá a
Barcelona.
CARLES NAVARRO (PROMOCIÓN 1987), PRESIDENTE DE BASF CANADÁ
“Vivir en el extranjero estos ocho años me ha ayudado a
ser mejor persona”