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Opinió personal

Opinión personal

Personal opinion

¡Qué miedo nos hace, a una buena

parte del aparato eclesiástico, el

hecho de “ser molestos” a los

poderes constituidos! Y qué regalo

para todo el mundo lo del papa

Francisco, ¡que nos recuerda a

menudo este grito del evangelio que

nos llega de la voz de Romero!

4. Unas lecciones de vida personal-

comunitaria-eclesial de Mons.

Romero:

Nos recordaba el obispo Pere –con

motivo del Jubileo del 2000 y el

vigésimo aniversario del martirio de

Romero–:

“Celebrar los veinte años del obispo

Óscar Arnulfo Romero, mártir en plena

eucaristía, el 24 de marzo del 1980 en

el Salvador, tiene que comportar asumir

la herencia de Romero, las causas por

las cuales él dio la vida. Su conversión

a los pobres. Aquel Jubileo de tres años

definitivos que selló con su sangre.

Sus

actitudes de escuchar, de acogida, de

profecía, de esperanza, su forma tan

ubicadamente fiel y tan políticamente

consecuente

de

ser

pastor.

El

pueblo, querido, buscado, asumido

pastoralmente, ensus angustias y ensus

reivindicaciones, lo hizo santo. Y santo

lo declara desde su muerto-martirio y

lo veneró como santo sobre todo a la

catedral-catacumba de San Salvador.

El verdadero proceso de canonización

del buen Pastor Romero tiene que ser el

proceso de la asimilación de sus causas

y actitudes

.”

(Cfr. 2.000 años de

Jesús, 20 años de Romero, a Cartas

marcadas, Barcelona 2007. Ed.

Claret, p. 283).

Mirémonos

atentamente

estas

palabras de Pere Casaldàliga:

“EI verdadero proceso de canonización

del buen Pastor Romero tiene que ser el

proceso de la asimilación de sus causas

y actitudes”:

Esta es la propuesta del obispo Pere

en este texto escrito a los inicios

del año 2000, a veinte años del

martirio de Romero y a quince

años de la culminación del proceso

promovido por el papa Francisco

de beatificación de sant Romero de

América, ya ampliamente

canonizado

por

las

inmensas

mayorías

empobrecidas del Salvador, y

reconocido como santo desde hace

años por otras iglesias cristianas.

“El pueblo estimado, buscado, asumido

pastoralmente, en sus angustias y sus

reivindicaciones, lo hizo santo ”:

“El pueblo estimado, buscado,

asumido

pastoralmente”:

Pere

Casaldàliga

sabe

exactamente

qué quiere decir esto porque él lo

ha vivido y lo continúa viviendo

igualmente día en día durante tantos

años. Saber –seamos obispos, curas,

religiosos/as o lo que seamos– que

no somos especiales, escogidos,

distantes, por sobre, lejanos. Me

hace mucha gracia y también mucha

pena aquella expresión que se usa

relativamente a menudo en círculos

eclesiásticos: “los alejados”. ¿Quién

son los alejados? ¿No haría falta que

nos preguntáramos más bien quién

somos los alejados, y por qué los

sentimos tan lejos y nos sentimos

tan lejos? La feliz expresión del

papa Francisco nos lo recuerda: los

obispos, los padres, los religiosos y

religiosas, debemos serlo con olor

a oveja, olor a pueblo, olor a gente

sencilla.

Amar el pueblo, buscar el pueblo,

asumir el pueblo: en un artículo

escrito hace pocos días desde el

Casal Claret de Vic para el boletín

de las fiestas de nuestro barrio,

decíamos: “Nosotros no creemos

en un Vic formado por ciudadanos/

nas de primera, segunda y tercera

clase”; y esto en Vic todo el mundo

sabe qué quiere decir. Estar a pie

de calle, estar en plaza, aquel

hablar día a día, compartiendo cien

mil pequeñas grandes historias

de cada día. Experimentar que

somos uno sólo existencialmente,

espiritualmente,

socialmente,

eclesialmente. Y sentir que la savia

y la fuerza de vida, esperando

pacientemente y luchando, que

viven estas personas sencillas, a

menudo golpeadas por la vida y la

injusticia, llena de sentido y vigor

nuestro camino y nuestro servicio.

Pere Casaldàliga escribía en su

diario, el 29 de octubre de 1983,

recordando unas palabras de René

Voillaume: “Escribe Voillaume:

“Escriu Voillaume:

“Nazaret no es

una realidad fácil de ser vivida. Porque

no es sencillo compartir la vida de los

hombres. Y el simple hecho de estar

escondido no tiene valor en si… Nazaret

contiene la ebullición de un fermento

impaciente para fundirse y levantar

la demasiada humana. Nazaret tiene

que hacer madurar una tal adhesión

al servicio del Reino y un tal deseo

de bautismo de la cruz que ‘estemos

dispuestos a todo’, en el sentido más

total de la palabra, para la llegada

del Reino, a medida que nos lo vaya

manifestando Jesús”

. Y se pregunta a

continuación: “¿Cómo ser fermento

sin violentar la cultura, la libertad,

el ritmo histórico de cada persona,

de cada pueblo?”.

“El

pueblo…

asumido

pastoralmente, en sus angustias y

sus reivindicaciones”.

Asumir pastoralmente en sus